Hace tiempo que a casa llegó la Navidad, el peque ha resultado ser un enamorado de esta época (como la mami ^^), y ya en Noviembre teníamos colocado nuestro Árbol de Navidad. El primer sábado de mes pudimos disfrutar del: Pessebre Vivent de Corbera.
El pasado año ya habíamos iniciado nuestra singular tradición, similar al de muchos otros papis y mamis frikis, crear un Belén muy especial con juguetes y juegos que tenemos por casa …este año tenemos un Belén de LEGOcity, muy a nuestra manera, con tren incluido!!
Hemos descubierto, en las piezas de LEGO, un entretenimiento muy interesante. Siempre descubriendo nuevas formas de aprender y disfrutar los trenes.
Decidimos el fin de semana pasar un tiempo adornando el Belén de mis padres. El peque disfruta, adornando y colocando las figuritas en el Belén de los yayos, pero no conoce la tradición alrededor del mismo. Para aprender un poco más sobre ello, fuimos a visitar el Pesebre Viviente, pero sobretodo porque le encantan los elementos naturales (arrugar papeles para crear montañas, colocar las piedras del camino, el musgo, poner papel de plata para crear rios…) y es impresionante verlo a lo grande.
Ya hará unos años, cuando era pequeña u adolescente, disfruté de este Pesebre Viviente. Ahora quería compartirlo con mi hijo, la experiencia ha sido muy divertida.
¿qué encontraremos en el Pessebre Vivent de Corbera?
Imaginar que nos adentramos en uno de los típicos Belenes caseros, pero esta vez totalmente real. Nosotros somos espectadores, en un «teatro» que escenifica la historia de un Belén.
Aunque similar a un teatro, esta es más bien una serie de escenas, en las que los personajes cuentan una historia sin hablar. Todos ellos dirigidos por un narrador y una calmada música, que dinamiza y nos invita a movernos por los diferentes espacios. Paseamos por un camino, visualizando las diferentes escenas y momentos importantes (la Anunciación, la llegada al Pesebre, el viaje a Egipto…) mezclando la tradición hebrea y catalana en una.
Con un juego de luces, destacan zonas incluso se sirven de ello para la narrativa. Uno de los espacios, de mis favoritos y que no he podido captar bien, consigue explicar incluso el paso del tiempo.
Indudablemente, lo que más disfruta el peque es la naturaleza en estado puro. El musgo, los ríos y cataratas (no los que hacemos con papel de plata sino unos que puedes oler y visualizar), las piedras del camino, los arboles y personajes (no vimos al caganer!!) …como una maqueta enorme, en la que todo cobra vida.
Si vuelvo a visitar el Pessebre Vivent de Corbera, llevaré mi cámara buena que eché tanto de menos en nuestra visita, pues deseo enseñaros la belleza real (que mi móvil no supo captar) de los fantásticos detalles y parajes escondidos de esta gran representación.